Este blog es una iniciativa de la agencia de noticias IPS y de su corresponsal en Bogotá, Constanza Vieira.

«He aquí al hombre»

21 de mayo de 2009

Crédito: Liliana ToroEl 14 de mayo, el periodista Javier Darío Restrepo publicó su última columna en El Colombiano. Tras 17 años de escribir para ese diario de Medellín, las directivas le notificaron que habían «reestructurado» las páginas editoriales del periódico.

Para qué decir nada. Apenas recordar una entrevista con IPS hace dos años, en la que Javier Darío advierte que «la libertad de prensa es una figura puramente retórica» y que «lo único que cuenta son los periodistas libres». 

La «reestructuración» de las páginas de opinión de El Colombiano sobrevino -como indicó la Fundación para la Libertad de Prensa (FLIP)- luego de la publicación de la columna titulada «Libertad de discrepar». Aludiendo a las celebraciones del 3 de mayo, Día Mundial de la Libertad de Prensa, Restrepo escribió: »Hizo falta proclamar que discrepar de un gobierno no convierte a una persona en terrorista, ni en cómplice de las FARC, ni en enemigo del presidente o de sus fervientes seguidores».

Obvio que un periodista libre además discrepa de la concentración de poderes que implica una tercera elección presidencial consecutiva, en un país donde la Constitución no prevé controles o contrapesos para el evento.

Hoy, de manera diciente, en las mismas páginas «reestructuradas» el también periodista Arturo Guerrero publicó en su columna habitual de los miércoles un perfil de Restrepo, que reproduzco para mi lector o lectora. 

He aquí al hombre

Arturo Guerrero

No es por su edad, que ronda los 77, ni por la longitud de su dedicación a un oficio que acumula 53 años. No es un asunto cuantitativo de simple duración, pues ésta en sí misma es neutra y solo cobra color en dependencia del furor que cada viviente, cada profesional, le haya conferido.

Tampoco es por la índole de las admiraciones que sobre su figura proliferan en boca de colegas y analistas: maestro, autoridad, ejemplo, eminencia, consumado periodista, máximo referente en asuntos de ética periodística en América Latina. Estas consideraciones pesan, claro, pero apenas son un índice que obliga a cavar más hondo.

Es un tanto más declaratoria la nómina de entidades que se disputan su tiempo, que deben a él sus bases fundacionales, que se enorgullecen de mostrarlo como pilar de prestigio y piedra de toque de su calidad: Fundación para la Libertad de Prensa, Fundación para un Nuevo Periodismo Iberoamericano, Corporación Medios para la Paz, International Center for Journalists, Centro Latinoamericano de Prensa.

Es definitivamente más sólida la veintena larga de libros que ha publicado, de cuya sustancia llegó a afirmar: «he vivido tantas vidas como historias he narrado». Son una producción sobre el poder y la guerra. En cuanto al primero, así dibujó en uno de ellos la sicología de un tiranuelo: «los dictadores, sobre todo si son militares, carecen de sentido del humor y viven en un ámbito de solemnidad, boato y chocar de talones».

Ésta es para él la guerra, según lo consignó en su primera novela: «el requisito para ascender de mayor a teniente coronel -de acuerdo con una disposición del Ministro de Guerra, José Vicente Concha- será el de que el agraciado haya dejado cuando menos cien muertos en el combate».

De entre todos los motivos para calibrar a este hombre, quizás el definitivo es uno del que siempre se ha manifestado orgulloso: su irrevocable vocación de reportero. No por la magnificación de este particular oficio, revelada en ese orgullo. Sino por la manera como Javier Darío Restrepo lo ha vivido: la de acercarse a cada hombre para descubrir el mundo que ese hombre es.

Y por el acento con que ha ejercido esta pasión, evidente en las palabras de uno de sus personajes: «si para el amor se necesita el conocimiento, para el odio parece indispensable el desconocimiento». 

Escrito en : El poder


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Nada de lo colombiano ha sido ajeno en el trabajo de Constanza Vieira para la agencia de noticias IPS. Desde las cuatro décadas de guerra civil y la acción de sus múltiples bandos armados (guerrillas, ejército, paramilitares, narcos), pasando por el acuerdo humanitario que libere a rehenes y prisioneros, el drama de los desplazados y las comunidades indígenas, el ambiente, el proceso político legal, la relación con países vecinos, la cultura. Todo eso, y más, está presente en el blog personal de esta periodista que también trabajó para Deutschlandfunk, Deutsche Welle, Water Report del Financial Times, National Public Radio y la revista colombiana
Semana, entre otros medios.